Las fotografías de los actos oficiales que se organizaron durante los últimos años de la dictadura para celebrar las obras del Gobierno, como el Aniversario de la Constitución de 1980, permiten apreciar la estética del poder de facto y sus principales protagonistas.
Los uniformes de las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden, y la rigidez de las posturas, saludos y formaciones militares de quienes aparecen en las imágenes caracterizan una estética vacía de símbolos que puedan ser identificados con la ciudadanía o el pueblo.
El escenario principal de los actos oficiales es el entonces llamado Edificio Diego Portales, centro de operaciones del Gobierno militar, emplazado en la que fuera una de las obras emblemáticas de Salvador Allende.
Los ángulos de cámara, principalmente contrapicados, realzan la sensación de autoridad absoluta de los personajes que intervienen en la escena. A pesar de esto, el ojo de Kena Lorenzini encuentra puntos de fuga, miradas y expresiones que abren una puerta a lo que está por detrás de la apariencia de las autoridades.
Las dinámicas del poder que se expresan en la ubicación de los generales en el espacio y sus gestos corporales, así como el encuadre de Augusto Pinochet desde atrás indican una lectura particular de los momentos finales del régimen.
Estos elementos propios de la estética de la dictadura también se pueden identificar en las fotografías tomadas durante la Parada Militar de 1990, donde aparece Augusto Pinochet junto al entonces presidente de la República Patricio Aylwin. Este es un ejemplo del papel público y el poder que ostentaron las Fuerzas Armadas y las autoridades militares durante el periodo que siguió al régimen.