Arte popular y procesos sociales: el caso de las Loceras de Talagante
¿Puede el arte popular dar cuenta de los procesos sociales y ayudar a leer la historia? ¿Es el arte popular un dispositivo adecuado para dar espacio a temas silenciados o desatendidos como la problemática de género? Y si lo es, ¿cómo lo haría? Ambas interrogantes son parte de las inquietudes que guiarán el conversatario “Las colecciones del Museo Histórico Nacional desde la perspectiva de género: el caso de las Loceras de Talagante”, este jueves 29 a las 12 horas en la biblioteca del Museo.
La actividad se enmarca en los compromisos del PMG de Género implementado por el Servicio Nacional del Patrimonio y en el Plan de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres 2018-2030, elaborado por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género.El tema es clave para los museos, donde ciertas prácticas y lógicas de producción, circulación y consumo de los bienes simbólicos contribuyen a la mantención de estereotipos y prejuicios. En ese sentido, se invita a los asistentes a discutir y reflexionar críticamente tanto las líneas de conservación y curatoriales como la propia configuración de las colecciones del MHN.
Quienes conversarán ya experimentaron la posibilidad de deconstruir las prácticas y modular el arte popular y los procesos sociales para darle sonido a la voz de las mujeres. Marta Contreras, de la agrupación Huellas de Greda de Talagante, y Rolando Báez, curador y encargado de la colección de Artes Populares y Artesanía del MHN, reflexionarán en torno a lo que significó el proceso simultáneo de curatoría y creación de 70 piezas de loza policromada que el Museo encargó a la agrupación de mujeres como elemento esencial del contenido de la exposición “La Reforma Agraria. Memoria re-imaginada desde el arte popular”, que se presentó desde el 5 de octubre hasta el 26 de noviembre de 2017.
Las encargadas de ese relato fueron las loceras de Huellas de Greda Marta Contreras y Gretel Cerda, depositarias de los saberes técnicos tradicionales de la cerámica de Talagante, quienes, en una curatoría in situ asistida por Rolando Baéz, Pablo Andrade y Javiera Müller y con el apoyo del Archivo Fotográfico del Museo, recrearon vivencias personales y colectivas experimentadas durante esos años en el campo chileno.
Como un resultado de la muestra, el MHN es dueño de una colección de figuras policromadas, “que ingresaron al museo incluyendo a sus artífices y también abriendo la dimensión de lo que se entiende por arte popular al interior de su colección”, explica Rolando Baéz. La experiencia contribuyó, además, a instalar la perspectiva de género, distinta del enfoque tradicional en este tipo de artesanía, que incluye la mirada de los mujeres sobre lo social y cultural, su apropiación de las memorias y la resignificación que hacen de los saberes tradicionales.
Lea además:
La Reforma Agraria. Memoria re-imaginada desde el arte popular (tercera exposición temporal de 2017)
La Reforma Agraria. Memoria re-imaginada desde el arte popular (catálogo)