El año 2014 se conmemoró los 100 años de la Gran Guerra en el mundo, sin embargo, el 2015 es el momento en que la guerra llega a Chile, pues sus costas se transforman en escenario de batalla durante la persecución del acorazado Dresden en marzo de 1915. La exposición temporal "La Gran Guerra y Chile 1914-2015: repercusiones e imaginarios desde el fin del mundo", invita al visitante a conocer el impacto de la guerra tanto en el desarrollo científico como en la población, sobresaliendo la llegada de diversos inmigrantes franceses, ingleses , italianos, rusos entre otros a Chile.

La exposición contó con el apoyo de los alumnos y profesores del Lycée Antoine de Saint-Exupéry (colegio Alianza Francesa), quienes a través de la recopilación de la historia oral de familiares y antepasados, registraron la llegada de sus ancestros al país y cómo pudieron asentarse en Chile una vez finalizado el conflicto. Asimismo, también contó con el apoyo de Memoria Chilena y el Archivo Emilio Held, quienes digitalizaron y facilitaron parte de las imágenes de la exposición.

La muestra, elaborada por Patricio Arriagada, profesor del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile en conjunto con el Museo Histórico Nacional, buscó vincular la temática de la guerra al Chile actual, introduciéndonos en problemáticas que tienen vigencia al día de hoy como son las consecuencias de la guerra, el exterminio y los roles de hombres y mujeres en los enfrentamientos armados.

La directora (s) del Museo Histórico Nacional Isabel Alvarado, señaló la importancia del "trabajo interdisciplinario de la muestra, desde la ilustración, la historia y memoria en el que el museo congrega y difunde la historia del país y sus vínculos internacionales". Destacó también la participación de diversas instituciones, acogidas por el museo que buscaron problematizar sobre cómo la guerra afectó a Chile, tanto a las comunidades de inmigrantes como a la población nacional, pese a la neutralidad del país en el conflicto.

El Gerente Comercial y de Asuntos Corporativos de Metro de Santiago, Álvaro Caballero, afirmó que "estamos seguros que con exposiciones como ésta y alianzas como la que actualmente tenemos con el Museo Histórico Nacional, el Consejo de Monumentos Nacionales y la Dibam, entregamos valor agregado a la experiencia de viaje de nuestros pasajeros, no sólo centrándonos en transportarlos desde un punto a otro, sino que conectándolos con el patrimonio cultural y nacional. Así, se deja de manifiesto que Metro de Santiago además de ser el eje estructurante del transporte capitalino, es un espacio de uso público para compartir, que permite conectar a las personas con la ciudad y su cultura".

Además, se contó con el apoyo de diversas instituciones nacionales y extranjeras, destacando el apoyo de la Biblioteca Nacional en el proceso de digitalización de imágenes de la muestra, la Armada de Chile en la facilitación de imágenes del Dresden y su contingente; la Embajada de Francia, el Instituto Francés de Chile, el Archivo Emilio Held y la Liga Chileno-Alemana en proceso de recopilación de fotografías de inmigrantes en Chile, entre otras instituciones.