Sala no disponible. El poder en la América hispánica se estructura alrededor de la figura del monarca absoluto, quien concentra el poder tanto religioso como civil. Pinturas y objetos religiosos propios de la época dan cuenta de la importancia del culto religioso en la vida cotidiana. Los monarcas españoles consolidaron un inmenso aparato jurídico y administrativo, que les permitió ejercer su soberanía de manera absoluta. En Lima, la figura del virrey concentraba el poder del territorio chileno, mientras que el gobernador era el representante del rey en Santiago.