La muestra "Érase una vez...Elena Poirier", que exhibe treinta ilustraciones originales de la artista chilena, que el Museo resguarda con el fin de preservar, dar a conocer y destacar la obra de una de las ilustradora más emblemática de Chile.

Elena Poirier (1921-1998), desde su infancia fue aficionada al dibujo y la influencia de su abuela paterna, potenció su imaginario para crear personajes como duendes pícaros, simpáticos insectos y coloridas princesas. A los catorce años se inició como ilustradora de cuentos infantiles para la Editorial Zig-Zag donde contó con el apoyo, supervisión y consejo de Mario Silva Ossa, Coré.

Con sus dibujos, en tinta china, acuarela y lápiz, la artista chilena les dio vida a los personajes que habitan el imaginario infantil, ilustrando revistas como el Peneca y Simbad, además de narraciones de Alicia Morel, Charles Perrault, Hans Christian Anderson o los Hermanos Grimm, lo que la convierte en una de la referente de varias generaciones de chilenos.

La artista sucesora natural de Coré, el primero en crear ilustración masiva de carácter infantil, proporciona un trabajo sin ninguna clase de violencia de alegres colores y con un sentido del humor, que captura la atención de grandes y chicos.

Trabajo incluyente

Considerando el carácter y la influencia de la artista en el imaginario infantil, el Museo Histórico Nacional, para la exposición decidió trabajar con la Asociación CREA, que fue la generadora de recursos de accesibilidad para personas sordas y ciegas, tales como imágenes táctiles de las ilustraciones, cédulas braille y visitas guiadas para personas sordas y ciegas.

Conjuntamente, el Museo elaboró material de apoyo para la visita guiada, para que todas las personas con discapacidad visual puedan comprender el recorrido.